Con la llegada del nuevo año, muchas personas se proponen hacer cambios en sus hábitos y estilos de vida para mejorar su salud y bienestar. Si tienes como objetivo mejorar tu nutrición y aumentar tu actividad física para empezar el año, ¡has llegado al lugar correcto! Establecer nuevas metas y propósitos es un buen primer paso, pero a veces puede ser difícil saber por dónde empezar o cómo mantener el rumbo a lo largo del año.  En este artículo, encontrarás algunos consejos y hábitos saludables para ayudarte a empezar el año con el pie derecho y mantenerte en el camino hacia el éxito a lo largo del tiempo. ¡Empecemos!

1. Establece metas alcanzables: Establecer metas a corto y largo plazo puede ayudarte a mantenerte motivado y enfocado en tus objetivos de nutrición y actividad física. Asegúrate de que tus metas sean alcanzables y realistas, y divide tus metas en pasos más pequeños para hacerlas más manejables. También es útil establecer plazos para tus metas y recompensarte a ti mismo cuando las alcances. Esto te ayudará a mantenerte comprometido y en el camino hacia el éxito.

2. Reduce el consumo de ultraprocesados, pero no te machaques si los tomas de vez en cuando: Los alimentos ultraprocesados suelen ser altos en azúcares, grasas vegetales poco saludables, harinas refinadas y otros ingredientes de poco o ningún interés nutricional. Trata de reducir tu consumo de estos alimentos y optar por opciones más saludables, como alimentos frescos y naturales. Sin embargo, no te sientas mal si los tomas de vez en cuando. Todos tenemos antojos y es aconsejable permitirse algún lujo de vez en cuando. Lo más importante es equilibrar tus elecciones y no dejarte llevar por el exceso.

3. Refuerza tus puntos débiles: Si hay alimentos específicos que no te gusten, como algunas verduras, frutas o pescados, trata de reincorporarlos con recetas que combinen estos alimentos con sabores que te resulten más agradables, como por ejemplo incluir un poco de queso azul con esos espárragos verdes que nunca te comes porque no te hacen gracia. También puedes probar diferentes formas de preparación, como saltear verduras en vez de cocinarlas al vapor o agregar frutas a un batido en lugar de comerlas solas. Con un poco de creatividad, puedes ampliar tu abanico de posibilidades para comer de todo.

4. Incorpora más actividad física a tu rutina: Aumentar la actividad física es una forma efectiva de mejorar la nutrición y la salud en general. Trata de hacer ejercicio al menos 3 días por semana y darle más importancia al ejercicio de fuerza que al cardio. Puedes hacer ejercicio de fuerza con pesas o con tu propio peso corporal, y combinarlo con ejercicios de cardio, como correr o saltar a la comba, para obtener una actividad física completa y con mejores resultados. Además, sería interesante incorporar más actividad física en tu día a día de diversas maneras, como caminar más en lugar de usar el coche, ir en bicicleta o subir las escaleras en lugar de coger el ascensor.

5. Busca personas con las que compartir tu interés en la actividad física y la alimentación saludable: Compartir tus objetivos en la nutrición y el deporte con otras personas puede ser una forma efectiva de mantenerte motivado y comprometido. Seguro que hay en tu entorno personas con las que puedas compartir tus entrenamientos, como un compañero de ejercicio, una clase de entrenamientos guiados o un grupo de entrenamiento tipo box de crossfit, o incluso simplemente compartir tus progresos y desafíos con amigos y familiares. De esta forma, tendrás un compromiso externo que te ayudará a mantenerte en el camino hacia tus objetivos.

6. Localiza y gestiona tus focos de estrés: El estrés puede tener un impacto negativo en la nutrición y el rendimiento deportivo. Por eso es importante identificar tus focos de estrés y buscar formas de gestionarlos de manera efectiva. Puedes probar técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda, o hablar con un amigo o terapeuta. También puede ser útil establecer límites claros y aprender a decir "no" cuando sea necesario. De esta forma, podrás evitar que el estrés puntual y necesario se convierta en estrés crónico y perjudicial para su salud.

7. Mantener buenos niveles de hidratación: Es importante beber suficiente agua para mantener el cuerpo hidratado y funcionando de manera óptima. Trata de tomar al menos un par de vasos de agua al despertar y acuérdate de llevar una botella de agua contigo al trabajo para seguir bebiendo durante el día. También puedes incluir alimentos con alto contenido de agua, como frutas y verduras, en tu dieta para aumentar tu ingesta de líquidos de manera natural. Mantenerse hidratado puede ayudar a mejorar la piel, la digestión y el rendimiento deportivo.

8. Planifica tus comidas: Planificar tus comidas puede ayudarte a comer alimentos más nutritivos y evitar la tentación, o necesidad, de tomar atajos de forma habitual con los que terminarías incluyendo alimentos poco saludables. Trata de planificar tus comidas con anticipación, incluyendo desayunos, almuerzos, cenas y extras saludables si los necesitas, y lleva una lista de la compra detallada para que puedas tenerlo todo a mano. También es útil tener alimentos congelados como carnes, pescados o incluso algunas verduras para días que te quedas sin las frescas, y planificar con anticipación para poder descongelarlos lentamente en el frigorífico, en el caso de carnes y pescados, sin necesidad de enfrentarte a un bloque de hielo que debería ser tu comida en poco menos de 30 minutos. De esta forma, podrás tener comidas saludables a mano sin tener que recurrir a alimentos procesados por ser rápidos o cómodos de cocinar.

9. Descanso y sueño: El descanso y el sueño son importantes para la salud en general y pueden tener un impacto significativo en la nutrición, en la regeneración muscular, la quema de grasas y el rendimiento deportivo. Trata de dormir entre 7-9 horas por noche y establece una rutina de sueño consistente. También es útil establecer una hora de apagado de dispositivos electrónicos antes de acostarte para ayudar a tu cuerpo a relajarse y prepararse para el sueño. De esta forma, podrás descansar adecuadamente y estar listo para enfrentar el día con más energía.

10. Actuar más y procrastinar menos: La disciplina y el trabajo duro son claves para alcanzar tus objetivos de nutrición y deporte. Trata de actuar más y procrastinar menos, incluso cuando no tengas ganas de hacerlo. Esto incluye entrenar cuando toca, aunque no tengas ganas, comerte las verduras, aunque te guste más el Bacon y descansar a tus horas, aunque quieras ver el último capítulo de tu serie favorita. Mantener una actitud disciplinada y trabajar duro te ayudará a alcanzar tus objetivos a largo plazo.

Recuerda que cada persona es única y que lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. Si quieres lograr tus objetivos de nutrición y entrenamiento de manera más efectiva, puede ser útil trabajar con un profesional de la salud que pueda ayudarte a crear un plan personalizado. Si te interesa obtener un plan de dieta personalizada, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Estoy dispuesto a ayudarte a alcanzar tus objetivos de manera saludable y sostenible a lo largo del tiempo. ¡Te espero!